Cuba y el festival de San Remo:

Intangible genocidio y otras absurdidades de los comunistas cubanos.

Lo repito una y otra vez y lo seguiré repitiendo incansablemente. El mayor peligro para los cubanos no es la ideología comunista. La ideología comunista ya está totalmente en quiebra. El comunismo no tiene fuerza ideológica y ya hace rato dejó de convencer a ningún cubano.

Fidel Castro sigue desempeñando un papel de figura simbólica y mítica muy importante para convencer de forma irracional, pero Fidel no es el promotor ideológico ni la herramienta ideológica del PCC.

Los ideólogos del partido comunista, hoy por hoy, no se han actualizado ni necesitan, ni quieren actualizarse sobre el marxismo-leninismo y su aplicación a la situación actual de Cuba. Las únicas consignas válidas en Cuba son Patria o Muerte y Somos Continuidad. Y lo que hay que continuar es más de lo mismo.

Así, el mayor peligro para los cubanos está en dos frentes de la ideología liberal burguesa que viene directamente del capitalismo que tanto odian.

El primer frente son todas las teorías posmodernas que se han originado en las principales universidades europeas, norteamericanas y canadienses bajo la etiqueta de Teoría Crítica, Teoría de Género, Estudios Coloniales, Teoría Crítica de la Raza y básicamente cualquier programa académico con la palabra clave “Crítico” y una molestia particular de referirse incansablemente a Michel Foucault.

El segundo frente son todas las políticas identitarias e ideologías progresistas desde Black Live Matter hasta el feminismo, todas las tonterías de género fluido y el tan codiciado Socialismo Democrático de California con Alexandria Ocasio-Cortez como su cerebro.

Pero uno puede preguntarse no sin razón, ¿cómo estos dos frentes ideológicos liberal-progresistas han tenido algún impacto en las narrativas políticas diarias del gobierno cubano? Un análisis más profundo y extenso pide ser hecho, pero esbozaré algunas ideas preliminares.

En el frente posmoderno de la ideología liberal la herramienta principal y más utilizada por los funcionarios políticos cubanos es la construcción de convenientes oxímoros. Un oxímoron en particular es el de “golpe blando” para indicar que todo lo que haga cualquier ciudadano cubano que se parezca a un “golpe” de Estado será considerado criminal y severamente castigado por el sistema judicial aunque sea “blando”.

En otras palabras, tener ideas y promover ideas en contra del gobierno que puedan o no tener el apoyo de cualquier organización extranjera, sea o no estadounidense, será considerado como traición a la patria y severamente castigado.

Ahora que el festival de San Remo y muchos de sus participantes abandonan en apoyo a los menores de edad del 11 de julio de 2021 sobre los cuales recayeron juicios y condenas injustas, los ideólogos oficiales cubanos se refieren a otro oxímoron inventado, el “genocidio intangible”, y consideran tal acto exactamente con la misma gravedad de lo que ellos llaman “genocidio material”. Se trata de la misma cacería de brujas de las prácticas progresistas de la cultura de la cancelación, pero esta vez es la dictadura cubana la que se siente “víctima”.

En el frente de la política identitaria y el socialismo democrático el gobierno cubano tiene sus mejores esperanzas. La política identitaria se utiliza activamente como táctica de distracción para dar la impresión de que en Cuba se respetan las libertades civiles.

Mariela Castro, como directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba, es una abierta defensora de la comunidad LGBT+. Estas son libertades aprobadas directamente por Fidel Castro en 2005 para asegurarse de que incluso cuando la revolución estaba en explícita desaprobación y condena de los homosexuales desde el principio ahora se ha “abierto”.

Esta “apertura”, junto con muchas otras “aperturas” como el feminismo, el antirracismo, el transexualismo, tiene un solo y único objetivo: Aceptar los derechos de muchas minorías pero excluir completamente y condenar al ostracismo a cualquier grupo minoritario que esté abiertamente en contra del actual gobierno cubano.

Y también se preguntara ¿cómo es que el gobierno cubano se beneficia de la socialdemocracia de Occidente? Lo crea o no, la mayoría de los países bajo esa nomenclatura (Canadá y muchos países europeos, incluyendo los escandinavos) tienen un “soft-spot”, un enfoque desenfadado y benevolente hacia las políticas internas del gobierno cubano y en muchos casos utilizan el turismo como una forma de ayudar financieramente a la dictadura cubana bajo la impresión totalmente distorsionada de que están ayudando al pueblo cubano de a pie.

La idea de la socialdemocracia como opción política en Cuba es probablemente la única alternativa que el adoctrinamiento comunista y la dictadura podrían haber permitido que se gestara naturalmente en Cuba desde cualquier oposición política.

La socialdemocracia es un peligro para los cubanos simplemente porque no existe hoy en día una ideología de la socialdemocracia y lo que queda de ella, particularmente en el Reino Unido donde vivo y en Europa, son un montón de deseos políticos dispersos, ideas cínicas e hipócritas que no producen ningún resultado real para la clase media a la que intentan dirigirse.

Cuanto más se posicione la oposición cubana del lado de la socialdemocracia como alternativa política al actual régimen comunista cubano, más arsenal y recursos ideológicos tendrá el gobierno cubano para invalidarlos tanto política como moralmente, ya que la socialdemocracia está de hecho tan en quiebra como la propia dictadura comunista cubana.